Obtengo miel pura, 100% natural, sin aditivos ni estrés para las abejas. Primero cosecho la miel de las colmenas y la llevo a la sala de producción. Allí, remuevo los opérculos de las celdas del panal, que corresponde a sacar una película fina, a modo de protección, que ponen las abejas para guardar la miel. Tras esta acción, llamada desoperculación, puedo sacar la miel y la cera, y llevarlas a la centrífuga, donde, finalmente, al cabo de 3 días, puedo envasar.

El polen lo llevan las abejas hacia el panal en sus patitas. Para conseguirlo, coloco una malla con canastos, donde queda atrapado el polen. Todos los días, por las tardes, retiro el polen cosechado por las abejas; lo refrigero, para mantenerlo en frío. De esta manera, el polen no pierde sus propiedades. Esta acción la repito durante cinco días, posteriormente, dejo el polen para las abejas por un periodo de diez días; y así, sucesivamente, se va repitiendo el ciclo.

Mi propóleo es de la más alta pureza. Para extraerlo, coloco una malla en los marcos de la colmena. Las abejas, a su vez, comienzan a sellar la malla con propóleo, sacado de las hojas y las cortezas de los árboles. Cuando la malla está llena de propóleo, la retiro, la enrollo y la pongo en el refrigerador. Al día siguiente la fricciono y caen las pelotitas de propóleo.

El shampoo lo preparo con miel, propóleo y base neutra sin sal. El jabón líquido lo hago de la misma forma. El jabón en barra se elabora con glicerina, la que se procesa con cera virgen y miel. Para la cera depilatoria utilizo una base de cera vegetal, la cual se mezcla con cera virgen, miel y propóleo. La cera virgen también la saco del opérculo, luego la derrito y la pongo en moldes.

Obtengo miel pura, 100% natural, sin aditivos ni estrés para las abejas. Primero cosecho la miel de las colmenas y la llevo a la sala de producción. Allí, remuevo los opérculos de las celdas del panal, que corresponde a sacar una película fina, a modo de protección, que ponen las abejas para guardar la miel. Tras esta acción, llamada desoperculación, puedo sacar la miel y la cera, y llevarlas a la centrífuga, donde, finalmente, al cabo de 3 días, puedo envasar.

El polen lo llevan las abejas hacia el panal en sus patitas. Para conseguirlo, coloco una malla con canastos, donde queda atrapado el polen. Todos los días, por las tardes, retiro el polen cosechado por las abejas; lo refrigero, para mantenerlo en frío. De esta manera, el polen no pierde sus propiedades. Esta acción la repito durante cinco días, posteriormente, dejo el polen para las abejas por un periodo de diez días; y así, sucesivamente, se va repitiendo el ciclo.

Mi propóleo es de la más alta pureza. Para extraerlo, coloco una malla en los marcos de la colmena. Las abejas, a su vez, comienzan a sellar la malla con propóleo, sacado de las hojas y las cortezas de los árboles. Cuando la malla está llena de propóleo, la retiro, la enrollo y la pongo en el refrigerador. Al día siguiente la fricciono y caen las pelotitas de propóleo.

El shampoo lo preparo con miel, propóleo y base neutra sin sal. El jabón líquido lo hago de la misma forma. El jabón en barra se elabora con glicerina, la que se procesa con cera virgen y miel. Para la cera depilatoria utilizo una base de cera vegetal, la cual se mezcla con cera virgen, miel y propóleo. La cera virgen también la saco del opérculo, luego la derrito y la pongo en moldes.