Una vez trabajadas las piezas, oreadas y secas se dejan en un lugar donde no van a recibir calor directo, hasta que estén muy secas. Se espera la luna llena, porque según los ancestros, nos entrega la mayor energía luminosa y energética. Se prepara un espacio abierto en el exterior, la cama y se colocan las piezas alrededor Se mantiene el fuego y comienza el proceso de menor a mayor calor, se le llama quema ancestral o de cielo abierto.

Mi inspiración es la alfarería ceremonial del pueblo mapuche. Por ello trabajo y enseño con mucho respeto su origen y concepción utilitaria y/o decorativa. Por ejemplo, el jarro metawe se ocupa para poner el muday en los guillatunes y agradecer por la vida, y el jarrito pato también es una pieza ceremonial que simboliza la maternidad. Así se entiende y es lo que enseño: todo comienza acá, en la tierra, con la arcilla en agradecimiento a lo divino.

Este es un concepto muy personal. Hago la distinción entre la producción masiva de piezas, que para mí es la producción horizontal. En lo vertical hay una conexión, hay respeto, un homenaje a nuestros ancestros, a los primeros alfareros. Trato que ese espíritu que nos dejaron llegue en el momento en que ejecutamos y trabajamos la arcilla. Trabajar con respeto y ahínco para tratar de sacar una pieza vertical lo más linda y auténtica posible.

El esmaltado de las piezas contemporáneas partió como una opción de comercializar de una manera más creativa mis trabajos, además de hacerlas más funcionales. Muchas personas buscan las piezas esmaltadas que tienen más durabilidad y no se manchan. Esto se logra con un esmalte especial para hornos de alta temperatura, es decir, que llegue 1.100 grados. Yo estoy vitrificando mis piezas en su interior y exterior para preservar su uso.

Una vez trabajadas las piezas, oreadas y secas se dejan en un lugar donde no van a recibir calor directo, hasta que estén muy secas. Se espera la luna llena, porque según los ancestros, nos entrega la mayor energía luminosa y energética. Se prepara un espacio abierto en el exterior, la cama y se colocan las piezas alrededor Se mantiene el fuego y comienza el proceso de menor a mayor calor, se le llama quema ancestral o de cielo abierto.

Mi inspiración es la alfarería ceremonial del pueblo mapuche. Por ello trabajo y enseño con mucho respeto su origen y concepción utilitaria y/o decorativa. Por ejemplo, el jarro metawe se ocupa para poner el muday en los guillatunes y agradecer por la vida, y el jarrito pato también es una pieza ceremonial que simboliza la maternidad. Así se entiende y es lo que enseño: todo comienza acá, en la tierra, con la arcilla en agradecimiento a lo divino.

Este es un concepto muy personal. Hago la distinción entre la producción masiva de piezas, que para mí es la producción horizontal. En lo vertical hay una conexión, hay respeto, un homenaje a nuestros ancestros, a los primeros alfareros. Trato que ese espíritu que nos dejaron llegue en el momento en que ejecutamos y trabajamos la arcilla. Trabajar con respeto y ahínco para tratar de sacar una pieza vertical lo más linda y auténtica posible.

El esmaltado de las piezas contemporáneas partió como una opción de comercializar de una manera más creativa mis trabajos, además de hacerlas más funcionales. Muchas personas buscan las piezas esmaltadas que tienen más durabilidad y no se manchan. Esto se logra con un esmalte especial para hornos de alta temperatura, es decir, que llegue 1.100 grados. Yo estoy vitrificando mis piezas en su interior y exterior para preservar su uso.