En mis tejidos uso hilo de algodón mercerizado, de Brasil y Perú, y lana natural, nada sintético. Tejer con esta lana es más complejo, pues debo torcerla en dos hebras para que quede fina como el hilo. De esta manera el tejido queda muy fino y parejo. Mi pareja me ha hecho como 11 telares, de distintos tamaños, y para diferentes productos. Tengo un telar antiguo que debe tener más de cuarenta años, en el que urdo los chamantos y tejo cinturones.
El hilo se debe trabajar, este viene en cono, y hay que ovillarlo. Hay que hacerlo en todos los colores que se van a usar para hacer el chamanto. Los elijo y los ordeno para combinar según el diseño que elegí para la obra. En ese momento planteo el dibujo, que son siempre únicos y me distinguen, me gusta la exclusividad, que la persona lleve algo distinto. Prefiero salir de los dibujos típicos, me gusta hacer cosas diferentes, exclusivas.
Una vez que elijo los colores y el diseño hay que comenzar a urdir, poner más de cuatro mil hebras en un telar, que son las que tiene un chamanto. Luego coloco un tonón largo que separa las dos capas de hilo, separa los colores; y los tonones chicos van avanzando con el dibujo. Se debe abrir el chamanto para ordenarlo hebra por hebra. Después se mide, debe dar 61 cm de ancho aproximadamente, cada parte igual: campos, huincha y boca.
Una vez que esté listo el paño se saca, se limpia, se urde y se guarda hasta que esté hecha la huincha. La huincha es el corazón del chamanto, literalmente es el centro de tejido, mide 6,5 m de largo y entre 23 y 26 cm de ancho. Una vez lista, se saca la huincha del telar y se limpia al igual que el paño del chamanto. Se deja suelta un día, para que encoja todo lo que deba encoger. Recién ahí, con estos elementos listos, se monta el chamanto.
En mis tejidos uso hilo de algodón mercerizado, de Brasil y Perú, y lana natural, nada sintético. Tejer con esta lana es más complejo, pues debo torcerla en dos hebras para que quede fina como el hilo. De esta manera el tejido queda muy fino y parejo. Mi pareja me ha hecho como 11 telares, de distintos tamaños, y para diferentes productos. Tengo un telar antiguo que debe tener más de cuarenta años, en el que urdo los chamantos y tejo cinturones.
El hilo se debe trabajar, este viene en cono, y hay que ovillarlo. Hay que hacerlo en todos los colores que se van a usar para hacer el chamanto. Los elijo y los ordeno para combinar según el diseño que elegí para la obra. En ese momento planteo el dibujo, que son siempre únicos y me distinguen, me gusta la exclusividad, que la persona lleve algo distinto. Prefiero salir de los dibujos típicos, me gusta hacer cosas diferentes, exclusivas.
Una vez que elijo los colores y el diseño hay que comenzar a urdir, poner más de cuatro mil hebras en un telar, que son las que tiene un chamanto. Luego coloco un tonón largo que separa las dos capas de hilo, separa los colores; y los tonones chicos van avanzando con el dibujo. Se debe abrir el chamanto para ordenarlo hebra por hebra. Después se mide, debe dar 61 cm de ancho aproximadamente, cada parte igual: campos, huincha y boca.
Una vez que esté listo el paño se saca, se limpia, se urde y se guarda hasta que esté hecha la huincha. La huincha es el corazón del chamanto, literalmente es el centro de tejido, mide 6,5 m de largo y entre 23 y 26 cm de ancho. Una vez lista, se saca la huincha del telar y se limpia al igual que el paño del chamanto. Se deja suelta un día, para que encoja todo lo que deba encoger. Recién ahí, con estos elementos listos, se monta el chamanto.
En mis tejidos uso hilo de algodón mercerizado, de Brasil y Perú, y lana natural, nada sintético. Tejer con esta lana es más complejo, pues debo torcerla en dos hebras para que quede fina como el hilo. De esta manera el tejido queda muy fino y parejo. Mi pareja me ha hecho como 11 telares, de distintos tamaños, y para diferentes productos. Tengo un telar antiguo que debe tener más de cuarenta años, en el que urdo los chamantos y tejo cinturones.
El hilo se debe trabajar, este viene en cono, y hay que ovillarlo. Hay que hacerlo en todos los colores que se van a usar para hacer el chamanto. Los elijo y los ordeno para combinar según el diseño que elegí para la obra. En ese momento planteo el dibujo, que son siempre únicos y me distinguen, me gusta la exclusividad, que la persona lleve algo distinto. Prefiero salir de los dibujos típicos, me gusta hacer cosas diferentes, exclusivas.
Una vez que elijo los colores y el diseño hay que comenzar a urdir, poner más de cuatro mil hebras en un telar, que son las que tiene un chamanto. Luego coloco un tonón largo que separa las dos capas de hilo, separa los colores; y los tonones chicos van avanzando con el dibujo. Se debe abrir el chamanto para ordenarlo hebra por hebra. Después se mide, debe dar 61 cm de ancho aproximadamente, cada parte igual: campos, huincha y boca.
Una vez que esté listo el paño se saca, se limpia, se urde y se guarda hasta que esté hecha la huincha. La huincha es el corazón del chamanto, literalmente es el centro de tejido, mide 6,5 m de largo y entre 23 y 26 cm de ancho. Una vez lista, se saca la huincha del telar y se limpia al igual que el paño del chamanto. Se deja suelta un día, para que encoja todo lo que deba encoger. Recién ahí, con estos elementos listos, se monta el chamanto.