La piedra caliza de Pelequén, por su color rosado, es única. Es una piedra moldeable, que puede trabajarse con cincel. Primero se encarga a la cantera. Dependiendo de la dimensión que uno necesite, se puede pedir hasta una base para construir una pileta. Luego se lleva al taller y se encara, es decir, se nivela la primera cara; así se sigue encuadrando. Esto es muy importante para que quede bien, debe hacerse siempre, independiente del producto final.
Una vez encuadrada la piedra se comienza a trabajar con un puntero y un cincel. Estas herramientas se ocupan durante todo el proceso productivo, porque con ellas se le va dando forma a la piedra, la que uno desee. Las herramientas son de mi autoría, son artesanales, están hechas para mis manos. Eso es una parte fundamental de mi oficio, así como de otros. Un buen maestro siempre se fabrica sus utensilios, porque deben quedar a la medida.
Una vez que se comienza a cincelar, se deben ocupar los graneadores, que son los martillos que sirven para ir dándole textura a la piedra. Después, la pieza se pule con la martelina, la cual va dejando unas líneas. Posteriormente, con el esmeril angular, se hacen los cortes que finalmente le dan la forma a la piedra. Esta etapa se acompaña siempre con el puntero y el cincel. Esto es en parte el proceso de mi trabajo, de cada objeto hecho en piedra rosada.
Para la fabricación de platos y morteros se utiliza granito. Se trata de una piedra de río, que debe escogerse de acuerdo a la medida que uno necesite. Los granitos, generalmente, se extraen de los ríos Cachapoal o Tinguiririca. Son bolones naturales, arrastrados por las corrientes de las aguas, que pueden encontrarse en tonos como el verde y el gris. Se caracterizan por ser las más duras de las piedras, por eso se dejan para estos productos.
La piedra caliza de Pelequén, por su color rosado, es única. Es una piedra moldeable, que puede trabajarse con cincel. Primero se encarga a la cantera. Dependiendo de la dimensión que uno necesite, se puede pedir hasta una base para construir una pileta. Luego se lleva al taller y se encara, es decir, se nivela la primera cara; así se sigue encuadrando. Esto es muy importante para que quede bien, debe hacerse siempre, independiente del producto final.
Una vez encuadrada la piedra se comienza a trabajar con un puntero y un cincel. Estas herramientas se ocupan durante todo el proceso productivo, porque con ellas se le va dando forma a la piedra, la que uno desee. Las herramientas son de mi autoría, son artesanales, están hechas para mis manos. Eso es una parte fundamental de mi oficio, así como de otros. Un buen maestro siempre se fabrica sus utensilios, porque deben quedar a la medida.
Una vez que se comienza a cincelar, se deben ocupar los graneadores, que son los martillos que sirven para ir dándole textura a la piedra. Después, la pieza se pule con la martelina, la cual va dejando unas líneas. Posteriormente, con el esmeril angular, se hacen los cortes que finalmente le dan la forma a la piedra. Esta etapa se acompaña siempre con el puntero y el cincel. Esto es en parte el proceso de mi trabajo, de cada objeto hecho en piedra rosada.
Para la fabricación de platos y morteros se utiliza granito. Se trata de una piedra de río, que debe escogerse de acuerdo a la medida que uno necesite. Los granitos, generalmente, se extraen de los ríos Cachapoal o Tinguiririca. Son bolones naturales, arrastrados por las corrientes de las aguas, que pueden encontrarse en tonos como el verde y el gris. Se caracterizan por ser las más duras de las piedras, por eso se dejan para estos productos.
La piedra caliza de Pelequén, por su color rosado, es única. Es una piedra moldeable, que puede trabajarse con cincel. Primero se encarga a la cantera. Dependiendo de la dimensión que uno necesite, se puede pedir hasta una base para construir una pileta. Luego se lleva al taller y se encara, es decir, se nivela la primera cara; así se sigue encuadrando. Esto es muy importante para que quede bien, debe hacerse siempre, independiente del producto final.
Una vez encuadrada la piedra se comienza a trabajar con un puntero y un cincel. Estas herramientas se ocupan durante todo el proceso productivo, porque con ellas se le va dando forma a la piedra, la que uno desee. Las herramientas son de mi autoría, son artesanales, están hechas para mis manos. Eso es una parte fundamental de mi oficio, así como de otros. Un buen maestro siempre se fabrica sus utensilios, porque deben quedar a la medida.
Una vez que se comienza a cincelar, se deben ocupar los graneadores, que son los martillos que sirven para ir dándole textura a la piedra. Después, la pieza se pule con la martelina, la cual va dejando unas líneas. Posteriormente, con el esmeril angular, se hacen los cortes que finalmente le dan la forma a la piedra. Esta etapa se acompaña siempre con el puntero y el cincel. Esto es en parte el proceso de mi trabajo, de cada objeto hecho en piedra rosada.
Para la fabricación de platos y morteros se utiliza granito. Se trata de una piedra de río, que debe escogerse de acuerdo a la medida que uno necesite. Los granitos, generalmente, se extraen de los ríos Cachapoal o Tinguiririca. Son bolones naturales, arrastrados por las corrientes de las aguas, que pueden encontrarse en tonos como el verde y el gris. Se caracterizan por ser las más duras de las piedras, por eso se dejan para estos productos.