Todas las yerbas tienen distintas fechas de recolección, sus ciclos son diferentes dependiendo de las necesidades y característica de cada una de ellas. Por ejemplo, hay algunas que se recolectan entre septiembre y octubre, otras entre noviembre y diciembre, y así respectivamente. También hay yerbas que necesitan más humedad para crecer, otras, más calor; distintas condiciones climáticas se deben dar para que crezcan y sanen.
Para recolectarlas debo ir al cerro a buscarlas. Luego en mi casa las ordeno y las comienzo a secar. Esto debe hacerse en la sombra, para que las hierbas conserven sus propiedades. Se secan sobre una malla por unos cinco o seis días, hay veces que debe ser mayo el tiempo de secado, ya que deben quedar bien sequitas, para que no les salgan hongos. Algunas de ellas deben ser picadas con tijeras. Finalmente se embolsan y ya están listas para la venta.
La naturaleza es tan generosa con nosotros, nos regala una cantidad de hierbas que nos sanan, que nos hace bien, por esta razón soy muy cuidadoso de sacar las hierbas que sanarán a las personas sin dañar a nuestra madre tierra. Es importante tener este respeto para que las hierbas abunden y nunca falten, porque mientras más hierbas tengamos, más personas pueden ser sanadas de sus dolencias con la fuerza de la naturaleza.
A veces me interno en los montes por varios días. Voy recolectando las hierbas sanadoras, mientras voy agradeciendo a la madre tierra por tanta generosidad. Al bajar y compartir las hierbas con las personas, me lleno de júbilo y felicidad al ver las caras que ponen mis clientes, porque ellos saben que estas infusiones les traerán salud. Me alegro tanto cuando escucho sus testimonios de sanación. En momentos como esos siempre miro los montes.
Todas las yerbas tienen distintas fechas de recolección, sus ciclos son diferentes dependiendo de las necesidades y característica de cada una de ellas. Por ejemplo, hay algunas que se recolectan entre septiembre y octubre, otras entre noviembre y diciembre, y así respectivamente. También hay yerbas que necesitan más humedad para crecer, otras, más calor; distintas condiciones climáticas se deben dar para que crezcan y sanen.
Para recolectarlas debo ir al cerro a buscarlas. Luego en mi casa las ordeno y las comienzo a secar. Esto debe hacerse en la sombra, para que las hierbas conserven sus propiedades. Se secan sobre una malla por unos cinco o seis días, hay veces que debe ser mayo el tiempo de secado, ya que deben quedar bien sequitas, para que no les salgan hongos. Algunas de ellas deben ser picadas con tijeras. Finalmente se embolsan y ya están listas para la venta.
La naturaleza es tan generosa con nosotros, nos regala una cantidad de hierbas que nos sanan, que nos hace bien, por esta razón soy muy cuidadoso de sacar las hierbas que sanarán a las personas sin dañar a nuestra madre tierra. Es importante tener este respeto para que las hierbas abunden y nunca falten, porque mientras más hierbas tengamos, más personas pueden ser sanadas de sus dolencias con la fuerza de la naturaleza.
A veces me interno en los montes por varios días. Voy recolectando las hierbas sanadoras, mientras voy agradeciendo a la madre tierra por tanta generosidad. Al bajar y compartir las hierbas con las personas, me lleno de júbilo y felicidad al ver las caras que ponen mis clientes, porque ellos saben que estas infusiones les traerán salud. Me alegro tanto cuando escucho sus testimonios de sanación. En momentos como esos siempre miro los montes.
Todas las yerbas tienen distintas fechas de recolección, sus ciclos son diferentes dependiendo de las necesidades y característica de cada una de ellas. Por ejemplo, hay algunas que se recolectan entre septiembre y octubre, otras entre noviembre y diciembre, y así respectivamente. También hay yerbas que necesitan más humedad para crecer, otras, más calor; distintas condiciones climáticas se deben dar para que crezcan y sanen.
Para recolectarlas debo ir al cerro a buscarlas. Luego en mi casa las ordeno y las comienzo a secar. Esto debe hacerse en la sombra, para que las hierbas conserven sus propiedades. Se secan sobre una malla por unos cinco o seis días, hay veces que debe ser mayo el tiempo de secado, ya que deben quedar bien sequitas, para que no les salgan hongos. Algunas de ellas deben ser picadas con tijeras. Finalmente se embolsan y ya están listas para la venta.
La naturaleza es tan generosa con nosotros, nos regala una cantidad de hierbas que nos sanan, que nos hace bien, por esta razón soy muy cuidadoso de sacar las hierbas que sanarán a las personas sin dañar a nuestra madre tierra. Es importante tener este respeto para que las hierbas abunden y nunca falten, porque mientras más hierbas tengamos, más personas pueden ser sanadas de sus dolencias con la fuerza de la naturaleza.
A veces me interno en los montes por varios días. Voy recolectando las hierbas sanadoras, mientras voy agradeciendo a la madre tierra por tanta generosidad. Al bajar y compartir las hierbas con las personas, me lleno de júbilo y felicidad al ver las caras que ponen mis clientes, porque ellos saben que estas infusiones les traerán salud. Me alegro tanto cuando escucho sus testimonios de sanación. En momentos como esos siempre miro los montes.