Durante enero hago núcleos, los que se puedan hacer según el estado de las colmenas, luego en los meses de invierno se alimentan las abejas además de aplicar remedios para evitar la varroa y así poder llegar a la temporada de cosecha con unas colmenas fuertes y sanas. La varroa es un ácaro que se adhiere al cuerpo de las abejas adultas y a sus crías causándoles heridas, debilitando a las colmenas dejándolas susceptible al ataque de virus.
En septiembre se comienzan a preparar las abejas para cosecha y si las colmenas se encuentran en óptimas condiciones se pueden hacer núcleos nuevamente Ya en la temporada de cosecha se alzan las colmenas para poder sacar la miel y se cosechará entre octubre y diciembre. Para esto llevaremos los marcos a la sala de cosecha, se desperculará (remover el sello de la miel) y se pondrá en la centrífuga para su extracción y envasado.
Los bosques esclerófilos están formados por boldos, molle, quillay, maqui, y unas flores de enredadera que otorgan generosamente una miel multifloral. También, en la primera lluvia, durante el mes de abril, se da una flor amarilla conocida como “flor de la perdiz” y otra más grande llamada “lechuguilla” quienes se encargan de vestir los campos de amarillo, pigmentando la miel de ese característico color.
Las abejas ponen una capa de cera en la miel conocida como “opérculo”. Durante la cosecha se extraen la cera de los marcos y los restos de miel, para separarlas se le agrega agua y así la miel obtenida se deja para el arrope. Esta miel se deja reposar en agua por unos 15 días y termina su elaboración con una cocción de varias horas obteniéndose así el arrope que se usa en postres deliciosos como el mote con arrope y las sopaipillas pasadas.
Durante enero hago núcleos, los que se puedan hacer según el estado de las colmenas, luego en los meses de invierno se alimentan las abejas además de aplicar remedios para evitar la varroa y así poder llegar a la temporada de cosecha con unas colmenas fuertes y sanas. La varroa es un ácaro que se adhiere al cuerpo de las abejas adultas y a sus crías causándoles heridas, debilitando a las colmenas dejándolas susceptible al ataque de virus.
En septiembre se comienzan a preparar las abejas para cosecha y si las colmenas se encuentran en óptimas condiciones se pueden hacer núcleos nuevamente Ya en la temporada de cosecha se alzan las colmenas para poder sacar la miel y se cosechará entre octubre y diciembre. Para esto llevaremos los marcos a la sala de cosecha, se desperculará (remover el sello de la miel) y se pondrá en la centrífuga para su extracción y envasado.
Los bosques esclerófilos están formados por boldos, molle, quillay, maqui, y unas flores de enredadera que otorgan generosamente una miel multifloral. También, en la primera lluvia, durante el mes de abril, se da una flor amarilla conocida como “flor de la perdiz” y otra más grande llamada “lechuguilla” quienes se encargan de vestir los campos de amarillo, pigmentando la miel de ese característico color.
Las abejas ponen una capa de cera en la miel conocida como “opérculo”. Durante la cosecha se extraen la cera de los marcos y los restos de miel, para separarlas se le agrega agua y así la miel obtenida se deja para el arrope. Esta miel se deja reposar en agua por unos 15 días y termina su elaboración con una cocción de varias horas obteniéndose así el arrope que se usa en postres deliciosos como el mote con arrope y las sopaipillas pasadas.
Durante enero hago núcleos, los que se puedan hacer según el estado de las colmenas, luego en los meses de invierno se alimentan las abejas además de aplicar remedios para evitar la varroa y así poder llegar a la temporada de cosecha con unas colmenas fuertes y sanas. La varroa es un ácaro que se adhiere al cuerpo de las abejas adultas y a sus crías causándoles heridas, debilitando a las colmenas dejándolas susceptible al ataque de virus.
En septiembre se comienzan a preparar las abejas para cosecha y si las colmenas se encuentran en óptimas condiciones se pueden hacer núcleos nuevamente Ya en la temporada de cosecha se alzan las colmenas para poder sacar la miel y se cosechará entre octubre y diciembre. Para esto llevaremos los marcos a la sala de cosecha, se desperculará (remover el sello de la miel) y se pondrá en la centrífuga para su extracción y envasado.
Los bosques esclerófilos están formados por boldos, molle, quillay, maqui, y unas flores de enredadera que otorgan generosamente una miel multifloral. También, en la primera lluvia, durante el mes de abril, se da una flor amarilla conocida como “flor de la perdiz” y otra más grande llamada “lechuguilla” quienes se encargan de vestir los campos de amarillo, pigmentando la miel de ese característico color.
Las abejas ponen una capa de cera en la miel conocida como “opérculo”. Durante la cosecha se extraen la cera de los marcos y los restos de miel, para separarlas se le agrega agua y así la miel obtenida se deja para el arrope. Esta miel se deja reposar en agua por unos 15 días y termina su elaboración con una cocción de varias horas obteniéndose así el arrope que se usa en postres deliciosos como el mote con arrope y las sopaipillas pasadas.