Deporte, descanso y brisa marina para no olvidar y volver siempre

El Hotel Surazo nace por el deporte, windsurf y por el amor a Matanzas. Ese es su plus. Andrés Tobar, su dueño, tiene como eje aportar a la zona con turismo y servicios de calidad, todo ello con gente local. La cocina es uno de los puntos más importantes del hotel. Trabajan con los productos locales de la zona y también de otros puntos del país, complementando lo local con lo afuerino, es decir integrando lo mejor del país. Trabajan desde la “jaiba de fuyu” familia de pescadores de Pichilemu y el atún e Isla de Pascua; garrones de corderos confitados o puré de betarragas amarillas. Lo que siempre debe estar en el menú de postres a pedido de sus huéspedes son el culant y el crembrulee. Quienes les visitan, viven la mejor estadía junto al mar, el deporte, los bellos paisajes y la buena mesa. El hotel y restorán es de una arquitectura minimalista resaltando la belleza del entorno.

“Estar cerca y dormir con el mar. Tenemos ese emplazamiento que invita a la desconexión”

El hotel Surazo es un lugar de descanso, con una hermosa vista al mar. El aire marino propicia el deporte y el encuentro entre gente que quiere divertirse, juntarse a disfrutar en familia y compartir con los niños. El hotel cuenta con una escuela de deporte náutico, fundamentalmente surf en donde los alumnos y alumnas podrán tener una experiencia única en las aguas del mar de Matanza.