De los gallineros se encarga Ramón, él los hace y los planifica con todo lo necesario para el cuidado, todo muy ordenado, separado y limpio para que las gallinas crezcan sanas. Han ido participando en diversas localidades de Pichidegua dentro de un círculo de criadores con los que planifican visitas entre ellos intercambiando razas, así van cuidando la producción para brindar las mejores especies a quienes quieran adquirirlas y conocerlas.
Su proyecto ha crecido transformándose ya en su vida, todo gira en torno a cuidarlas, alimentarlas y reproducirlas con un gran compromiso con la naturaleza, sin mayores pretensiones que disfrutar de la variedad y belleza de este mundo de las aves de corral. Su mundo rural se rodea de otras aves que embellecen su hogar con los colores de unas bellas Ninfas, las apreciadas Inseparables, un periquito Rabadilla y un par de canarios.
Sus gallinas viven en gallineros muy naturales y cómodos, están muy protegidas, les dan comida, les cambian el agua y las alimentan con el mejor maíz de la zona y, en horas específicas, las dejan sueltas y libres con muchos cuidados para que no se mezclen. Se les da mucha verdura y se preocupan que su alimentación sea sana, les dan cáscara de tomate y lechuga, dice Ximena: “es fácil darme cuenta que ellas son muy felices”.
Venden además huevos de Hamburgo, Ketros y los infaltables huevos azules de Colloncas. Debido a su alimentación todos sus huevos se caracterizan por unas yemas de un intenso color amarillo. Ximena los utiliza en su repostería, lo que abrió un gran complemento de su oferta turística con sus exquisitos y apreciados pasteles, tortas, pan de pascua, pie de limón, kuchen de nuez, queques, tortas y tartaletas, todo a pedido.
De los gallineros se encarga Ramón, él los hace y los planifica con todo lo necesario para el cuidado, todo muy ordenado, separado y limpio para que las gallinas crezcan sanas. Han ido participando en diversas localidades de Pichidegua dentro de un círculo de criadores con los que planifican visitas entre ellos intercambiando razas, así van cuidando la producción para brindar las mejores especies a quienes quieran adquirirlas y conocerlas.
Su proyecto ha crecido transformándose ya en su vida, todo gira en torno a cuidarlas, alimentarlas y reproducirlas con un gran compromiso con la naturaleza, sin mayores pretensiones que disfrutar de la variedad y belleza de este mundo de las aves de corral. Su mundo rural se rodea de otras aves que embellecen su hogar con los colores de unas bellas Ninfas, las apreciadas Inseparables, un periquito Rabadilla y un par de canarios.
Sus gallinas viven en gallineros muy naturales y cómodos, están muy protegidas, les dan comida, les cambian el agua y las alimentan con el mejor maíz de la zona y, en horas específicas, las dejan sueltas y libres con muchos cuidados para que no se mezclen. Se les da mucha verdura y se preocupan que su alimentación sea sana, les dan cáscara de tomate y lechuga, dice Ximena: “es fácil darme cuenta que ellas son muy felices”.
Venden además huevos de Hamburgo, Ketros y los infaltables huevos azules de Colloncas. Debido a su alimentación todos sus huevos se caracterizan por unas yemas de un intenso color amarillo. Ximena los utiliza en su repostería, lo que abrió un gran complemento de su oferta turística con sus exquisitos y apreciados pasteles, tortas, pan de pascua, pie de limón, kuchen de nuez, queques, tortas y tartaletas, todo a pedido.
De los gallineros se encarga Ramón, él los hace y los planifica con todo lo necesario para el cuidado, todo muy ordenado, separado y limpio para que las gallinas crezcan sanas. Han ido participando en diversas localidades de Pichidegua dentro de un círculo de criadores con los que planifican visitas entre ellos intercambiando razas, así van cuidando la producción para brindar las mejores especies a quienes quieran adquirirlas y conocerlas.
Su proyecto ha crecido transformándose ya en su vida, todo gira en torno a cuidarlas, alimentarlas y reproducirlas con un gran compromiso con la naturaleza, sin mayores pretensiones que disfrutar de la variedad y belleza de este mundo de las aves de corral. Su mundo rural se rodea de otras aves que embellecen su hogar con los colores de unas bellas Ninfas, las apreciadas Inseparables, un periquito Rabadilla y un par de canarios.
Sus gallinas viven en gallineros muy naturales y cómodos, están muy protegidas, les dan comida, les cambian el agua y las alimentan con el mejor maíz de la zona y, en horas específicas, las dejan sueltas y libres con muchos cuidados para que no se mezclen. Se les da mucha verdura y se preocupan que su alimentación sea sana, les dan cáscara de tomate y lechuga, dice Ximena: “es fácil darme cuenta que ellas son muy felices”.
Venden además huevos de Hamburgo, Ketros y los infaltables huevos azules de Colloncas. Debido a su alimentación todos sus huevos se caracterizan por unas yemas de un intenso color amarillo. Ximena los utiliza en su repostería, lo que abrió un gran complemento de su oferta turística con sus exquisitos y apreciados pasteles, tortas, pan de pascua, pie de limón, kuchen de nuez, queques, tortas y tartaletas, todo a pedido.